martes, 5 de agosto de 2008

Un Cirial para un Ángel en el Cielo Baratillero

Pedro, ya no tendrás que mirar al Cielo las primeras horas de la tarde del Miércoles Santo, esos nervios de joven cofrade dejarán de acompañarte horas antes de vivir tu anhelo baratillero. Las dos más hermosas rosas del Arenal dejarán de velar por tus sueños de niño acólito y nazareno, ahora las tendrás tan cerca de ti que no tendrás que dar ni un solo paso para poder besar sus manos de seda o acariciar sus rostros de terciopelo.

El Señor te llamó muy pronto a su lado, tenías muchas cosas que hacer en esta vida, pero muy poco que demostrarle a Él. Las puertas del Cielo se abrieron de par en par para recibir al niño que dedicó lo mejor de su vida a complacer los designios del Dios bondadoso


Tus padres y amigos están muy orgullosos de ti y con tu ausencia encuentran un vacío que nada ni nadie podrá llenar. Les queda el consuelo de saber que arriba estarás junto a tu Cristo de la Misericordia, la Virgen de la Piedad y la Caridad en su Soledad. Que mejor que ellos para cuidar de su niño.


La otra Plaza del Cielo te aguarda en esa eterna Madrugá que por siglos viven los elegidos, los que entregaron su alma al Señor de San Lorenzo. Aquella mañana extraña de domingo, por fin cumpliste tu sueño y acompañaste al Señor hasta Santa Rosalía portando un cirial, ahora estarás muy cerca de Él.


Nuestra Semana Santa carecería de sentido, no sería nada, sin el recuerdo y la memoria de tantos buenos cofrades que dejaron corazón, alma y vida como legado de amor. Este joven cofrade de Sevilla es un ejemplo vivo de entrega, generosidad, abnegación y compromiso. Personas como Pedro nos hacen sentirnos orgullosos de nuestra Semana Santa y nos ofrecen motivos suficientes para seguir adelante con este hermoso cometido de siglos de Historia.


Momentos como éste nos reafirman en la incuestionable certeza que después de esta vida y tras el duro trance de la muerte existe una vida mejor. La nobleza del corazón de este joven sevillano revive para siempre en la inmortalidad de su alma. El río de su vida fue a vivir y no morir al Mar del Cielo.


Descanse en paz nuestro hermano baratillero y ángel custodio del Arenal.




A Pedro, el joven que nos cautivó en el programa Semana Santa de Sevilla


8 comentarios:

Anónimo dijo...

Descanse en paz.

aiNOha dijo...

Pocas palabras me quedan tras leer la entrada, preciosa por cierto.
Me uno a las palabras de Glauca. Descanse en Paz.

Besos

María_azahar dijo...

Emotiva entrada. Poco más se puede añadir.

Descanse en paz.

Un abrazo para ti.

María_azahar dijo...

He puesto en la corte renacentista una rosa y una vela a su memoria.

Manolo Navarro dijo...

Solo me queda añadir una humilde lágrima. Te ruego me la aceptes en nombre de su familia y amigos.

Un abrazo.

Reyes dijo...

Lo siento mucho.
Un fuerte abrazo, de todo corazón.

El Caliz de la Canina dijo...

Será más util en el cielo que en la tierra.Dios lo ha querido así ........

Bonita dedicatoria ........

Que buenas tertulias harán allí arriba ....

Que descanse en paz.

Un abrazo canino.

La Canina seguirá cavilando ....

Anónimo dijo...

Descanse en paz este joven cofrade de Sevilla


Desde el Aljarafe