En esta vida nos encontramos ante un crisol de caracteres, de actitudes y de sentimientos. Unas personas pasan sin pena ni gloria, no pudieron o quisieron saborear los buenos momentos o guardaron para si mismos todo lo bueno que se encontraron en el camino.
Por suerte nos encontramos con personas desprendidas, generosas y entregadas a sus semejantes que nos hacen más fácil la convivencia, saborear los dulces tragos del destino e incluso con su cariño nos ayudan a superar el dolor en nuestra amargura.
Por suerte nos encontramos con personas desprendidas, generosas y entregadas a sus semejantes que nos hacen más fácil la convivencia, saborear los dulces tragos del destino e incluso con su cariño nos ayudan a superar el dolor en nuestra amargura.
El sabio Maestro Eterno vuelve a separarnos de uno de los mejores.
A punto de iniciar la última chicotá de su vida desde la Catedral de Triana, el paso de su vida arriará por penúltima vez a las plantas de su Virgen Morena y de ese Cristo al que nunca jamás volverá a besar sus pies. En Él encontró la fuerza suficiente para cargar la Cruz de su enfermedad y fue Jesús su Cirineo, el mismo que Cayó por tres veces en el suelo de Triana levantó para ayudar a su hijo en su particular camino hacia el Calvario de la vida. ¿Recuerdas Manolo cuántas veces hablamos del arte de nuestro amigo Javi al vestir a la Virgen?. Hoy la ha vestido para ti y de este modo la verás siempre desde ese rincón que Dios tiene reservado a los mejores hijos de Triana.
A punto de iniciar la última chicotá de su vida desde la Catedral de Triana, el paso de su vida arriará por penúltima vez a las plantas de su Virgen Morena y de ese Cristo al que nunca jamás volverá a besar sus pies. En Él encontró la fuerza suficiente para cargar la Cruz de su enfermedad y fue Jesús su Cirineo, el mismo que Cayó por tres veces en el suelo de Triana levantó para ayudar a su hijo en su particular camino hacia el Calvario de la vida. ¿Recuerdas Manolo cuántas veces hablamos del arte de nuestro amigo Javi al vestir a la Virgen?. Hoy la ha vestido para ti y de este modo la verás siempre desde ese rincón que Dios tiene reservado a los mejores hijos de Triana.
Nos queda rezar por tu alma, acompañarte por última vez hasta la última parada de tu existencia, esa si amigo, te llevará a compartir Santa Morada con la Caída eterna del Cristo de Triana y con los perfiles más hermosos que dibujaron los pinceles celestiales en la cara divina de la Reina de Triana.
Hasta pronto querido Manolo, que Dios te bendiga y ayude a los tuyos a superar el trago más amargo de sus vidas.