Los Reyes Magos de Oriente se postran a tus pies Jesús. Tras seguir, día y noche, sin tregua ni descanso, a la Estrella, presagio cierto de tu esperada llegada a este Mundo, detenemos nuestro camino ante Ti y te mostramos nuestro respeto y el de La Villa de Gines que te acoge como a su Hijo predilecto. Tú eres el principio y el fin, el alfa y la omega. Con Tu venida a nuestras vidas enciendes la Luz que nos iluminará el resto de nuestros días y cuando nos llames a Tu encuentro volverás a ser Luz en las tinieblas en el final de nuestro camino.
Estos tres Reyes Magos llegados del lejano Oriente quieren premiar Tu infinita generosidad con tres presentes, que esperamos aceptes con agrado.
· Melchor te entregará oro, como símbolo irrefutable de Tu Realeza.
· Gaspar te premiará con incienso como muestra de Tu Divinidad.
· Y Baltasar, te obsequiará con mirra, como señal de Tu Condición Humana.
El mismo Pueblo, que con fervor, hace meses puso una Corona sobre el Dolor de Tu Bendita Madre se presenta ante Ti, desposeído de bienes materiales y con el corazón en la mano para ofrecértelo a Ti buen Jesús.
Como Mensajeros Reales y portavoces de la ilusión de niños y mayores, queremos solicitar a la noble gente de este Lugar que piense en esos otros niños desprotegidos, que pasan frío, sed y hambre, muy necesitados de vuestra generosidad. En la tristeza de esos niños encontraréis el sufrimiento de Cristo en su Calvario y en su alegría la sonrisa del Niño que acaba de nacer.
Es nuestro deseo que todos los niños de Gines hayan sido felices en esta noche de sueños e ilusiones junto a sus queridos Reyes Magos y que mañana en su temprano despertar descubran aquellos regalos que esperaban, u otros, que no por menos deseados, no dejen de satisfacer sus deseos de niños y sobre todo que encuentren en el amor de sus padres y seres queridos el mejor regalo de La Navidad y de su existencia.
Te pedimos Rey de Reyes que fruto de Tu infinita generosidad colmes de bendiciones a todos los hijos de esta Villa y al resto de ciudadanos del Mundo, y que ellos encuentren en Ti el sabio consejero que ponga rumbo cierto en los duros momentos que hallen en el devenir de sus horas y que su felicidad sea plena contigo compartida.
Estos tres Reyes Magos que llegaron de Oriente, se arrodillan ante Ti para besar tus Sagrados pies y acariciar Tu carita aterciopelada, en señal del mucho amor que Te profesan los ciudadanos de los distintos continentes que representamos cada uno de nosotros en nuestras coronas.
Nos despedimos de Ti con afecto y admiración. Nos espera una noche cargada de trabajo, son muchos los obsequios que tendremos que dejar a todos y cada uno de los niños y mayores de Gines y el tiempo apremia.
Paz y Bien a La Villa de Gines.