viernes, 12 de febrero de 2010

DICEN QUE EN EL CIELO.................A LA MEMORIA DE DANIEL JIMÉNEZ QUIRÓS

DICEN QUE EN EL CIELO
Dicen que en el Cielo existe un lugar para los buenos cofrades de Sevilla. Un Mar lejano y hermoso donde irán a vivir y no morir los ríos de nuestras vidas.

Dicen que esa imborrable huella que dejaron en la Ciudad de sus amores se hace vida en privilegiado lugar al final del infinito Celeste Firmamento.

Dicen que abundan las tertulias de cofrades a pies de mesas de camilla perfumadas de olores de inciensos y azahares.

Dicen que existe un Arco florecido a los pies de una ESPERANZA, dicen que existe una Plaza que hace de pórtico al GRAN PODER DE DIOS y dicen que a los pies de una VIRGEN MORENA navega un viejo Río.

Dicen que existe una Torre Centinela que desde el Cielo custodia a su niña terrenal, a la que dulcemente llama Sevilla cuando queda dormida entre sus brazos al son de una dulce melodía.
Dicen que en ese lugar y al llegar la primavera ensayan cuadrillas de costaleros a la voz de capataces en nuestra memoria.

Dicen que en sus calles florecen los naranjos y en sus patios rebozan los geranios.

Dicen que entre todos los que alcanzaron allí la Gloria fundaron una cofradía.

Dicen que cada Madrugá de Viernes Santo desde su más privilegiado balcón se asoman los mejores hijos de Sevilla y que de sus gargantas nacen los más bellos poemas de amor que jamás fueron cantados a nuestra Semana Santa.
Dicen, que a veces, es tan grande la emoción, que sus ojos se inundan de lágrimas, es la lluvia que se precipita sobre el encantador jardín de nuestra Sevilla.

Querido Dani, nuestro hermano Filiberto Mira te esperaba desde hace tiempo para hablarte de un nuevo Santo Entierro Magno. Espérame en el Cielo y no pongas todavía en la calle esa alzada Cruz de Guía, porque quiero volver a ser costalero de nuestra Virgen en la más hermosa procesión, ésa que en el Cielo llaman la Eterna Cofradía.

Con tus manos alcanzaste esa misma Cruz que abrazaste con desbordante amor cada uno de tus días. Has vencido a la muerte y a su guadaña traicionera.

Tu Cristo Yacente que duerme en San Gregorio despertó para recibirte en ese trocito de Cielo que aguarda a los buenos cofrades.

Sevilla está de duelo y la Virgen de Villaviciosa llora más que nunca.

Nuestro Señor por Tres Veces cayó desde muy cerquita de La Alfalfa hasta llegar a esa Santa Catedral que podrás mirar desde el Cielo.
A la memoria de Daniel Jiménez Quirós