sábado, 6 de febrero de 2010

LLAMADA A NUESTRAS HERMANDADES Y COFRADÍAS POR LA LABOR DE LOS FOTÓGRAFOS

LLAMADA A NUESTRAS HERMANDADES Y COFRADÍAS POR LA LABOR DE LOS FOTÓGRAFOS.




Con el permiso de mis hermanos cofrades me permito traer a colación un tema que no por antiguo deja de tomar mayor actualidad en el presente. Me refiero a las dificultades que encuentran los fotógrafos en nuestras hermandades y cofradías.
La labor de los fotógrafos de temática cofrade es encomiable. Entre ellos encontramos a quienes lo hacen a nivel profesional y a otros que actúan por afición, incluso a quienes comparten ambos menesteres. A unos y a otros les unen la pasión y el amor por nuestra Semana Santa y por nuestras hermandades y cofradías. Suelen hacer una labor silenciosa y abnegada. Lejanos a todo protagonismo y a hacerse notar, buscan inmortalizar cada detalle en el devenir de los acontecimientos que se suceden a lo largo del año en nuestras hermandades y cofradías. A veces la proliferación de actos les obliga a multiplicarse, a ofrecerse a full time para que no quede imagen, evento o motivo sin esa huella duradera y certera de unas fotografías que constaten su existencia.
Estos hombres con su esfuerzo y dedicación llenan páginas de instantáneas que guardan como su pequeño gran tesoro. Un tesoro que lejos de ser privativo, es generosamente compartido.
Desde hace años, me duele decirlo, vengo observando que no siempre nuestras hermandades y cofradías ofrecen el marco contextual mínimo y exigible para que los fotógrafos puedan tomar imágenes.
No podemos ni debemos olvidar que estas fotografías forman parte de la memoria de nuestra Semana Santa y que serán utilizadas como cabecera y apoyo de artículos periodísticos, revistas, programas de mano y guías turísticas. Podremos observarlas en exposiciones, proyecciones de diapositivas o plasmadas con acierto en carteles. Algunas de ellas llenarán de lágrimas los ojos de nuestros abuelos, que cautivos de una enfermedad, víctimas de la soledad o cargados por el peso de los años, guardarán como reliquia de años de amor y de una vida repleta de vivencias cofrades. Otras fotografías acompañarán a nuestros enfermos en un Hospital, serán el complemento perfecto a la cirugía y a la medicina o incluso serán un trocito de Cielo sevillano en un lejano lugar del Mundo donde late con fuerza un corazón entregado a Sevilla y a su inigualable Semana Santa.
A veces olvidamos el fin último que da sentido a nuestras hermandades y cofradías. Un mínimo gesto de generosidad puede resultar suficiente para que todos podamos satisfacer nuestras necesidades como cofrades. Diez minutos más de luz supone poco para una Hermandad y puede ser trascendental y reconfortante para que uno de nuestros hermanos pueda rezar ante la Sagrada Imagen de su devoción o bien tomar unas fotografías como recuerdo. Las puertas del Templo deben estar abiertas de par en par todos los días del año. Poniendo todos de nuestra parte la convivencia resulta fácil. Obviamente todos debemos guardar unas normas de conducta necesarias para el buen funcionamiento de nuestros Templos.
No quiero crear polémicas de ningún tipo, ni por supuesto generalizar. Simplemente manifiesto una opinión que desde hace años silenciaba.


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