martes, 3 de febrero de 2009

Marta no te olvidamos, seguimos esperándote


Queridos cofrades y amigos, ahora más que nunca debemos unir nuestros esfuerzos para que Marta retorne con sus padres y familiares a la mayor brevedad posible.

No dejemos en el olvido la tristeza, el dolor y la incertidumbre de quienes, en estos días tienen como única meta de sus vidas el volver a encontrarse con su niña.

Que el inexorable paso del tiempo no nos haga perder la esperanza y abandonarnos al abatimiento y a la desesperanza.

Recemos con todas nuestras fuerzas a Dios para que ponga sus benditas manos sobre el rostro de Marta para que vuelva a ver luz en la profundidad del largo túnel de su ausencia y roguemos a la Santísima Virgen para que extienda sobre ella su manto protector y la salvaguarde de todo peligro.

Que la Sevilla asumida en la tristeza vuelva a recobrar la sonrisa en los labios de su hija predilecta que se marchó con un “hasta pronto”, porque no tengan duda alguna que Marta volverá a recobrar la normalidad perdida.

Miro a los ojos de mi pequeña niña dormida y en ellos veo los de nuestra anhelada niña Marta. Espero que muy pronto sus padres vuelvan a sentir lo que yo siento en estos momentos mirando a mi pequeño ángel.

Trato de sentir sobre mí el dolor de sus padres, pero es imposible, no existe mayor castigo en este Mundo que el verse apartado de un hijo, sangre de tu sangre, carne de tu carne.

Desde que nuestros niños abrieron por primera vez sus pequeños cristalitos y nuestras manos resbalaron sobre sus frágiles y aterciopeladas mejillas descubrimos en ellos el verdadero sentido de nuestra existencia. Sin ellos la vida se nos hace muy cuesta arriba.

Tengan esos padres por seguro que hasta que no tengan a su hija a su lado no pararemos de luchar junto a ellos.

Siempre tendrán de nuestra parte unas palabras de ánimo, un beso, un abrazo, una oración y una esperanza.

Sevilla se ha hecho pañuelo para secar las lágrimas de unos desesperados padres que no cesan en el empeño de encontrar a su hija. El corazón nos dicta que el lamento en pocos días abandonará el rostro de unos padres que volverán a ser dichosos.

Dios quiera que ese automóvil, tren o autobús retome el camino de vuelta y que esta historia quede para una familia y toda una Ciudad como una pesadilla que jamás volverá a repetirse. Que se trate de una inesperada y triste parada en un viaje con retorno hacia el origen.

Si fruto de la casualidad la persona que acompaña a Marta puede leer estas líneas, le pediría de corazón que devuelva a los padres de esta niña el gran tesoro de vida del que fueron privados.

Nunca es tarde para hacer el bien, que no piense que se encuentra ante un pozo sin fondo o un callejón sin salida, todo lo contrario, está a tiempo de enderezar las líneas torcidas de su error.

Los padres de Marta serán comprensivos contigo, el amor por su hija les hará actuar con bondad y generosidad.

Entiende que cometiste un penoso error en tu vida y que como humano debes enmendarte. La vida te ofrece una segunda oportunidad que no debes desaprovechar.

Te lo pido con el corazón en la mano, no tardes en decirle a Marta que su vida está junto a sus padres.

Por último quisiera hacer una llamada a todas las buenas personas de los distintos puntos de España para que el retrato de Marta y el reclamo de sus padres estén presentes en todos los pueblos y ciudades. En el lugar más insospechado puede obrarse el milagro que todos esperamos.

5 comentarios:

Juanma dijo...

Mañana, en la radio, hablo sobre Marta. Ojalá tenga que cambiar lo que ya tengo escrito para celebrar su aparición.

Un abrazo, querido Jordi.

sevillana dijo...

Amigo Jordi me uno a todas y cada una de tus palabras, esperemos que Marta aparezca lo antes posible, ver en la tela a esa madre desesperada me es muy fuerte.
Un beso

Anónimo dijo...

Amigo Jordi, me sumo a esta búsqueda y apoyo total a la familia.

Un fuerte abrazo.

Híspalis.

el aguaó dijo...

Ojalá aparezca pronto y esto sea una historia con final feliz.

Un abrazo amigo Jordi.

Híspalis dijo...

Pienso que la Policía no está cualificada ni preparada para este tipo de casos... a las pruebas me remito.